Karlovy Vary, la ciudad balneario que nunca duerme

Elegante, dinámica y rebosante de vida, Karlovy Vary dista mucho de la imagen forjada en el imaginario colectivo a golpe de leyenda.

Karlovy Vary

Es un lugar en el que se puede desconectar del mundo y vivir más intensamente que nunca, participando en alguna de las tantas actividades que se organizan en esta apasionante urbe.

No en vano, nos hallamos ante el segundo lugar más visitado de la República Checa. Desde tiempos del emperador Carlos IV, su fundador, la fama de la ciudad ha atravesado las fronteras de Bohemia alzándose como símbolo de elegancia en toda Europa. Así, célebres figuras como Goethe, Beethoven, Mozart, Bach, Marx o Freud, por citar algunos, han acudido hasta Karlovy Vary para resguardarse del mundanal ruido entre las exquisitas columnatas que cubren sus centenarias fuentes.

Para comprender qué tipo de energía descansa bajo la ciudad, la mejor opción es visitar la Columnata Vřídelní sobre el géiser llamado Vřídlo. Aquí, las aguas tienen una temperatura por encima de 73°C y la presión del chorro alcanza alturas de hasta 12 metros.

Un paseo por el casco histórico que bordea el río Teplá revela calles de elegantes arcos como Mlýnská o Tržní,  los majestuosos edificios del teatro,  los baños Imperiales o  la iglesia de Santa María Magdalena, entre otros. Conviene subir hasta alguno de los miradores que ofrecen maravillosas panorámica de la ciudad.

Karlovy Vary

Karlovy Vary goza de una abundante vida cultural. La ciudad es escenario de uno de los festivales de cine más antiguos e importantes de Europa – que se celebra anualmente durante el mes de julio –  así como de festivales de jazz y de música clásica.

Además, durante mayo la ciudad inaugura oficialmente la temporada alta de los balnearios con varios eventos que incluyen la bendición de los manantiales de aguas minerales, un mercado de artesanías y conciertos, entre otros actos culturales y sociales.

Karlovy Vary

La gracia de la ciudad es tal, que la nobleza europea ha convertido a Karlovy Vary en lugar de sus encuentros. Durante un fin de semana de abril cientos de aristócratas se reúnen allí y celebran  bailes, conciertos, carreras de caballos y otras actividades culturales, deportivas o eventos sociales. Todo un espectáculo para los visitantes que durante esos días podrán asistir a improvisados desfiles de moda de alta costura y de coches de lujo.

De Karlovy Vary hay que destacar igualmente sus preciados productos locales. Entre los más significativos figuran los de la famosa fábrica de cristal Moser, la porcelana de Karlovy Vary Thun, el exquisito licor de hierbas Becherovka o las tradicionales obleas de distintos sabores.

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